Fría mañana

Por fin estaba solo en ese frio vagon del metro, sentado en uno de los extremos del carro junto a la cabina del chofer, contando las luces fluorecesentes de los oscuros caminos del metro, hasta llegar a la ultima estacion, la que esta mas alejada que todas las otras que conforman ese bapuliado sistema de transporte, con un intento se logra poner de pie y aun le duelen las piernas despues de una noche de tragos, confesiones y una que otra lagrima derramada durante la noche, la cabeza le estalla, solo queria irse, estar solo como siempre, porque las respuestas siempre las encuentra solo, y anoche mas que nunca queria estarlo, aunque la grata compañia que tuvo le hizo sonreir mas de alguna ves, pero no podia esconder la pena de si mismo, te puedes esconder de todos menos de ti una ves escucho, y cabia a la perfeccion con lo que le pasaba. La larga escalera que conforma la estacion le parecia eterna, mas si la sube sin las escaleras mecanicas, es rara la sensacion que siente, la cabeza le retumba, el cuerpo es pesado y la mente, aun mas cuando el pendrive dispara canciones que van conformes con lo que siente, aunque encuentre que sus carpetas son estupidas, son las mas precisas canciones las que elige para cuando sale a caminar un rato. La fria mañana se deja traslucir con el ultimo peldaño de la eterna escalera, y los pequeños rayos de sol de ese mañana de otoño penetran en sus ojos, no sabe donde ir, no tienes ganas de volver a casa pero debe hacerlo, y el nudo en la garganta vuelve y no ha parado de molestarle en todo el trayecto desde la noche en la cual se poso nuevamente en su garganta, pecho y corazon, toma la primera micro que se le cruza y parte nuevamente en ese declinable viaje que hace siempre que sale, declinable porque en el curso del trayecto el paisaje se vuelve mas feo, siempre lo ha notado y mucho mas ahora y por alguna extraña razon le molesta. Un asqueroso olor a orina embriaga el ambiente de los ultimos asientos del bus, y como le gusta sentarse en los ultimos se torna a no respirar por la nariz nada mas, la musica sige sonando, el nudo en si mismo sige dentro, y el cansancio lo hace dormir por un momento, frio sueño y frio bus, mas cuando son unos cuantos pasajeros que lo abordan, frio el despertar y frio el caminar para tomar otro bus, le gusta el paradero en el cual se baja, siempre tan solo y con un aspecto de fotografia, hojas otoñales, un colorido pero poco llamativo verde oscuro, y un basurero que por alguna extraña razon siempre esta lleno al tope, se sienta en la verma, le llegan mas los rayitos de sol para entrar un poco en calor, las pocas personas que pasan no le toman atencion y una que otra en un vehiculo lo mira com sobervia, desprecio y alguna sonrisa fria. Sige sentado, la musica sige, el nudo tambien, esconde sus ojos en el pelo de su frente, el vendedor de flores le hace recordar lo que se celebra, el dia de las madres, aquella que es la unica que ha amado mas que a nadie, que no sabria que hacer sin ella, y la que siempre ha estado con él aunque a veces se torne fria con él, es la edad de los imcomprendidos suele decir ella, y por un lapso de tiempo recuerda todos los momentos con ella, desde cuando era su protectora, a cuando era su supermama, y ahora es su amiga, aunque él se guarde todas sus penas y alegrias para si mismo, siempre comparte opiniones y uno que otro chiste con ella, frio viento golpea sus mejillas y lo hace volver en si, frio es el recuerdo de la noche, aunque estuvo marcada llena de bailes, borracheras y risas, frio se le esta volviendo el corazon a veces piensa, frio son los pensamientos que embargan su mente, la musica sige, y el nudo se vuelca en lagrimas calidas que comienzan a rodar por su cara, hasta llegar a esos labios carmin como le dice su mama a veces, esos que a veces llegan mordidos por alguna amante que se dejo llevar por la pasion, llora y sige llorando por sus ojos que oculta detras de su pelo, no llora desconsoladamente, sino que tranquilamente, su nudo comienza a desaparecer y siempre lo deshace de esa forma, es la mas relajante y satisfactoria que encuentra, aunque pase con los ojos hinchados de tanto hacerlo, lleva mas de media hora sentado en la verma, su micro siempre se demora mas que todas, y la musica sige en torno a sus oidos, las lagrimas tambien y la fria mañana golpea todo su cuerpo. No es una sola razon sus lagrimas, si no que son muchas, a lo mejor contadas con los dedos pero cuando se esta en esa situacion se vuelven muchas, una señora en un vehiculo le regala una mirada acogedora, no es lo que busca él, pero le responde con una timida sonrisa, su micro se acerca, una ves mas se levanta y esconde la mirada, el bus, como siempre, vacio, a veces piensa que por él no mas hacen el recorrido, pero no importa, se sienta en el ultimo asiento, lleno de polvo y rayados, y se vuelve aun mas fria la mañana, cuando analiza lo que hizo, la sorpresiva salida de la casa que lo acogio en la noche, un adios y gracias a los dueños y un adios solo con la mano a sus amigos, no queria hablar, se le iba a quebrar la voz si lo hacia, y menos mirarlos a las caras y decirles adios, solo queria irse, no es porque no estaba a gusto sino que ese nudo le molestaba y no queria quebrarse frente a ellos, que lo conocen como alguien alegre y risueño, la musica sige y el viaje tambien, es un trayecto corto, pero se le hace largisimo con todo lo que esta sintiendo, solo quiere recostarse y sentir calor, pero ya no tiene frio, sus lagrimas calidas le han regalado algo de calor, y una sequedad en su rostro, la ultima cuadra y se baja, una mirada a su alrededor y comienza a caminar lo que es el ultimo recorrido hasta llegar a casa, un ultimo esfuerzo se dice, las lagrimas ya cesaron, ahora él le regala una sonrisa pequeña a esa linda mañana que no habia notado, a que la vida sige igual que las personas y situaciones, la musica sige. Sus frias manos buscan la llave correcta, no puede ver bien, siempre se le encegece la mirada con el sol, un buenos dias a su hermana, una taza de té y recuerda que su mamá tiene que trabajar en su dia, estupido y puto trabajo se dice asi mismo, ya no busca su pijama para dormir, se acuesta con lo primero que encuentra y ya no ordena su pieza, la encuentra horrenda pero aun asi no le dan ganas de ordenar, una ultima mirada a la fria mañana y cierra las cortinas, su cama lo espera, ya no quiere regalarle mas lagrimas a su mama, sino una linda sonrisa y se lo promete a si mismo.