bosquejo de acercamiento

Tengo ganas de ecribir una novela de amor, de esas que contienen crimenes, pasiones, y explosiones de amor por montones en el curso de la historia, pero, que sacaria? la pasion, locura y desenfreno solo se encontraria ahi, en el desato de ese mito, de ese arquetipo de realidad distorsionada por los mismo personajes. Me limito entonces a solo aproximaciones de una de las fuerzas motrizes de la humanidad, digo una de ellas, porque es veridico que existen muchas motivaciones en la vida, y que en cierto punto, se sincronizan las unas con las otras, el amor. Creo que en cierto punto de la historia, se debe haber creado un sentimiento, que simplemente por ser un sentimiento, se vuelve dualista en las personas, y eso depende muy ciertamente de los hechos dependientes que lo han llevado a ver este sentimiento de una manera u otra. Yo por lo menos me mantengo en el medio de ese puente, solo observando, desde una perspectiva exterior, y porque no decirlo, casi empirica, de como le suceden los hechos a las personas. Se vuelve en cierto sentido, internalizado, el hecho de que se vuelva apropiado o no el sentimiento mismo, y lo digo porque la juventud en si, y en ello tambien me involucro, es busqueda de comunion, de rechazo a la soledad, de historias heroicas y casi de peliculas, y en forma mas explicita, de locuras de amor. El hombre en si, mejor dicho la humanidad en si, para no descartar a ese complemento alterno, ese complemento lleno de misterios, ese complemento casi mirado como un objeto mismo, la mujer, siempre se situa solo en el mundo, en el momento en que nos despojan de nuestra cueva de amor y satisfaccion misma, el vientre materno se convierte en la vida misma que nos despojaron en un momento dado, nos situamos solos ya sea porque el futuro que nos depara es incierto, y tambien nos situamos solos porque luego de transcurrido el tiempo, es el mundo mismo el que nos pide respuestas a las acciones que hacemos. En el momento que tenemos conciencia de nosotros mismos, y nos asumimos como nosotros mismos, tenemos el deseo y el impulso a demostrar el mismo que somos, la soledad misma de la que queremos escapar, las penas de amor son penas de soledad. El sentir algo por alguien, en encontrarle sentido a alguien, encuentro que es la mera capacidad y necesidad de demostrar algo, de mantenernos en comunion, de escapar del laberinto mismo de la soledad,de romper con las barreras que no hacen estar solos en el mundo, nacer y morir son hechos mismos de soledad, y porque no decirlo, no nos enseñan a vivir, sino que nos enseñan a morir.
Desde una perspectiva mas personal por asi decirlo, creo que en cierto punto he perdido las facultades de buscarle sentido a alguien, sino que en este mismo instante es el autosentido el que busco, y eso no conlleva a que me cierre en una burbuja, cosa que durante un tiempo si lo hize, y se reconoce, en el momento en que si asimila una situacion, en el momento mismo en cuando lo haces tuyo, ese preciso momento es el momento de la trascendencia del ser. Me gusta mirar el exterior, aunque cabalmente sea algo exterior, pero me agrada, me agrada ver como personas tan inertes, el ser humando en su fruto mismo, se complementa con otro, y lo digo por el verdadero amor que se generan en millones de personas, en cuanto se deja completamente todo lo exterior para descubrir, en cierto sentido, la escencia misma de la otra persona, esa escencia que se persive mas alla de los sentidos, sentidos que nos llevan a contradicciones y supuestas verdades que son mas bien verosimiles verdades del ser que descubrimos, la conciencia misma es la que descubre por completo el ser mismo del complemento opuesto, la media naranja, mi cincuenta por ciento, o como popularmente se le pueda llamar, embellece el panorama del mundo exterior, ese mundo moderno lleno de soledad y que atañe muchas vidas y las vuelve grises, independiente de las situaciones que las situe, pero es verdad, el mundo mismo esta hecho de soledad, y nuestra lucha diaria es la combartir para y por ella.
El evento de los recuerdos es tambien vivencia de combatir la soledad, de cerrar por un momento los ojos y encontrar en algun punto de nuestra conciencia, los momentos en que desearamos que fueran eternos, es mas, lo son, en nuestro ser son eternos, y creo que ni el mas puro odio y venganza los pueden borrar, siempre estaran alli, porque son esos mismos recuerdos los que atañen por un momento la soledad misma en la que estamos asumidos. Bajo este paradigma hay que rescatar algo, el hecho de odiar, me parece que son meras etapas de asimilacion de dejar la comunion para adentrarse a la soledad, nuevamente. Etapas en las cuales se tiene que asumir nuevamente la soledad, y creo que esas etapas van en orden cronologico y tambien genealogico, la alegria, la tristeza, el odio, la obsecion y la superacion del ser mismo son etapas de trascendencia, el cual nos vuelve personas capaces de hacer obejcion misma de nuestros actos, etapas que nos hacen endurecer, pero no cerrar, las decisiones que nos tocan elegir en nuestra vida, y es mas, el azar es un vertigo que nos lleva a la trascendencia misma, como lo son la culpa, la muerte, el sufrimiento y los conflictos son situaciones limites, en las cuales ese mismo endurecimiento de nuestro ser, nos hace trascender de ellos mismos. Asumo que yo tambien he participado de aquellas etapas, en las cuales es busqueda del autosentido del ser mismo, y que tambien me han hecho crecer, y que eso tambien depende de las personas y las circunstancias en las cuales se dibujan esas etapas. El acercamiento mismo al amor, contrasta, relaciona y resultan demasidas cosas, y que en cierto modo, tambien son subjetivas, cada persona tiene un acercamiento distinto del amor, y siento que la razon se esta perdiendo dentro de ella, haciendo cita al contraste entre siento, luego existo, y el pienso, luego existo. Aunque pensandolo bien, el amor incondicional de la madre, no objeciona ni contrasta ninguna de estos acercamientos planteados, aunque cabe destacar que no es el mismo amor, el amor de madre es fuego en nosotros, y el amor mismo es solo parte de ese fuego que nos inunda interiormente, y que tambien se vuelve necesario en nuestras vidas.