lunes, 12 de marzo de 2007

Ocio nocturno...

Esta conversación la sostuve conmigo mismo, la he sostenido durante dias. Pareciera que por más que uno se esfuerza por hallar la verdad, tan solo encuentra una o dos con suerte, pero rapidamente tales quedan obsoletas, o cambian, o simplemente, mientras contemplas el firmamento, te das cuenta de que aquello que creías es válido unicamente cuando la persona con la cual lo creíste está mirando el cielo en la misma dirección que tú.Muchos sabios antiguos dijeron que la verdadera felicidad no se encuentra fuera de tí, sino que en tí mismo. El ejemplo de Sócrates es muy conocido: "Conócete a tí mismo". ¿Cómo poder hallar algo que suponemos fuera de nosotros, en el caso de que así sea, no sabiendo quienes somos nosotros mismos? Pues creo que es algo problemático.Muchas veces pensamos que hemos amado una vez, o dos veces, o más quizá, pero probablemente no tengamos un concepto muy definido de lo que significa "el amar". ¿Cómo distinguir entre "amor verdadero" y "amor aparente"? La respuesta la hallaremos dentro de nuestro propio ser. Algunos han dicho "Nadie ama lo que no conoce" y entonces cómo podríamos amar a otro sin conocerlo. Pero podemos remontárnos más allá, preguntándonos ¿nos conocemos?. Si no somos capaces de amarnos a nostros mismos ¿cómo podríamos amar a otro, entendiendo que el amarse a sí mismo es aceptarse, comprenderse, quererse, respetarse?.Creo que muchas veces he escuchado a la gente decirse "Te Amo" una palabra tan utilizada hoy en día y usada tan indiscriminadamente que a veces me parece que vivo en un mundo donde el amor se desborda por doquier. Pero entonces reconstruyo la realidad de mi mundo y no dejo de ver una clara contradicción. ¿Cómo puede amarte aquel que te golpea, aquel que te maltrata psicológicamente?, ¿Cómo puede amarte aquel que te es infiel, aquel que no te respeta?, ¿Cómo puede amarte aquel que odia a los demás, aquel que tiene un sendo repudio por los demás?. Creo que estamos frente a una inconsecuenia grotesca.Tanta es la mentira, la contradicción que hallo en mi mundo, que muchas veces me pregunto y deseo que todo esto se acabe pronto. Pero de pronto, entrando en la antesala de mi vida, agrego una canción a mi reproductor de música en el PC y me transporto a una realidad tan lejana como fantástica. Muchas veces no me he reconocido en el espejo que refleja mi alma, muchas veces no he podido identíficarme seriamente con aquel soñador que dejó La Tierra aquella tarde de primavera. La madurez llega a nuestras vidas después de vivir experiencias que nos condicionan psicológicamente, aquellas que nos marcan para siempre, entregándo algo de nosotros a cambio de una superación. Que ocioso soy al escribir cuando entra la noche y me siento a ver como se acaba el cigarro en mi ventana, y miro, y miro, y miro el humo que se va yendo al firmamento y nuevamente me quedo mirando el firmamento, e imaginando (te), y pensando en querer conocerme más a mi mismo, pero esas son cosas que da el tiempo, las experiencias y las vivencias que faltan mucho por recorrer, y uhg odio despertar con dos punzadas en la cabeza y empezando un nuevo dia imaginando cosas y tratando de solucionar otras, pero realmente ahora me doy cuenta que la ociedad me esta consumiendo bastante y solo me quedan las letras.

No hay comentarios: