sábado, 1 de diciembre de 2007
cèdeme
La fragil suavidad que se quebraba al respirar, me imponía la necesidad de aguantar. El verde cristalino que se erraba en un profundo degradé, me prohibía razonar. Intentaba imaginar entre las frías fibras que vibraban al soplar... no quería escapar, sino excusar.. mis manos estaban congeladas en el calor de mi intensidad... no temo, me aferro...mis piernas encogidas al ondear de mi agudez rígida del cambiar estacional... mis ojos no veían ni con los parpados abiertos... la perplejidad de mi imbecibilidad sentimental me causaba el pavor...
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