domingo, 23 de diciembre de 2007

Pesadillas descompuestas

son grises grisáceos que se funden en la funda de mi horror... son sonidos que suenan en los gritos de mi voz, la voz que sobrevive de mi silencio... son luces que se apagan en el rincón de mi habitación, la habitación que se disminuye con cada lúgubre milagro... son aires que se asfixian con cada suspiro, el suspiro lleno de dolor que inunda mi resplandor... son caminos que terminan con el fin de mi ambigüedad, de la ambigüedad de lo añejo de mi antaño... son dolores que hierven con cada sueño de mi fustración lograda en cada resucitación de mi color ... son sueños que se derrumban al despertar de mi ebriedad, vaivenes corrientes de mi subconciente creados en mi conciencia arribada del rogar... son cambios estáticos renacientes de mi cuerpo escrito en tu lugar, nefasta violencia del odio proveniente del correr... son heridas que sangran infectadas al afectar mi mano que extrangula mi cuello sin cesar... son cuerpos efervescentes urbanizados por mi vagar espiritual que inunda el espacio sideral controversial... son lágrimas paralelas que terminan en mi sollozar, imposibles pensamientos posibles de interpretar... son amores que sufren por el perro engaño que ladra al acechar, corrientes de agua que se absorben en la tierra... son mareos que tiemblan en la establecida náusea, líneas rectas que se distorcionan en curvas... son ideas que no paran de brillar en un lápiz labial...

1 comentario:

Anónimo dijo...

solo decir que me gusto mucho,la ultima parte